Han pasado solo unas pocas semanas pero nuestra
familia de trapitos ya ha comenzado a crecer. Estos son los nuevos miembros del
grupo, de la noche a la mañana nos hemos encontrado con… ¡trillizos!
Se llaman
Ona, Olmo y Otto.
Aunque son hermanos, son muy diferentes y cada uno tiene su personalidad. Además, como veis, no les gusta
vestirse igual.
ONA |
Ona es la
princesa de la casa, su color favorito es el rosa (desde muy pequeña sabe perfectamente lo que quiere y lo que le gusta).
Es muy lanzada, no le tiene miedo a nada. Habla por los codos.
Tiene un caracter muy fuerte y a menudo se frustra y se enfada cuando no consigue lo que quiere. Pero poco a poco va entendiendo que la gente que la quiere la apoyará siempre en sus esfuerzos y que con tranquilidad y paciencia las cosas salen mejor.
OLMO |
Olmo es
sensible y natural.
Pide mucha atención y cariño y
desprende amor por cada hilo de su piel...
Pide mucha atención y cariño y
desprende amor por cada hilo de su piel...
Quiere estar siempre en brazos y llora si
se siente lejos de sus protectores.
Sigue un ritmo un poquito más lento
que sus hermanos y aún no sabe hablar,
pero es el que mejor se hace entender
que sus hermanos y aún no sabe hablar,
pero es el que mejor se hace entender
y comprende todo desde bien pequeño.
Aunque come de todo, toma
poca cantidad. Pero no hay por qué preocuparse ya que su mamá le sigue dando el pecho a demanda
poca cantidad. Pero no hay por qué preocuparse ya que su mamá le sigue dando el pecho a demanda
y está perfectamente alimentado.
Otto es muy divertido; le encanta destacar y hacer reír a
los demás, es nuestro "bufoncete" particular… :-) Tiene energía para parar un tren y está siempre pensando cosas nuevas que hacer.
Le cuesta mucho dormir por las noches, porque repasa sin parar en su cabeza todas las cosas que aprende cada día y se despierta cada dos por tres... Pero como todos los niños, llegará un día en que duerma como un lirón. Hay que tener paciencia y entender sus ciclos de sueño.
OTTO |
Cada niño es diferente a los demás y tiene unos ritmos que debemos respetar. Cada uno sigue unos procesos de aprendizaje para alcanzar sus objetivos y progresos, reacciona de una manera diferente ante la vida y tiene su propia forma de expresar sus emociones.
Y eso es precisamente lo que los hace tan especiales.
Hemos querido hace este pequeño homenaje a la diversidad infantil y al respeto por las diferencias en el proceso evolutivo de los niños.