Desde pequeña vivió en una casa de campo y se acostumbró al sabor de lo bueno. Así que cuando creció y se independizó no quiso abandonar la vida tradicional de su familia y decidió dedicarse a la producción ecológica.
Vega cría gallinas felices, que picotean en libertad por el campo y que ponen unos huevos riquísimos.
En su huertito cultiva frutas y verduras ecológicas, que aunque no son tan bonitas como las del super, son mucho más sabrosas.
Además, una hermosa plantación de girasoles da color y alegría a su pequeño terreno. ¡Y qué pipas tan buenas, son un vicio...!
Los domingos pone un puestecito en el mercado local, donde los lugareños pueden comprar sus productos directamente, a precios muy razonables y justos, pues evita intermediarios.
Y así, entre gallinas y hortalizas, Vega es feliz y vive una vida tranquila.
VEGA |
Podéis ver más muñecos de este tipo aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario