miércoles, 27 de agosto de 2014

El osito que quería tocar las estrellas



OSITO



Había una vez un osito pardo y regordete que cada noche miraba las estrellas, las contaba una a una hasta que el sueño le vencía. 

Su abuelo, que era un gran cuentacuentos, le explicó una vez que en el pasado los humanos utilizaban las estrellas para guiarse en sus viajes. 

Desde entonces, soñaba con poder pegar un salto y llegar a acariciar las estrellas. La que más le gustaba de todas era esa que, a pesar de no brillar demasiado, era muy especial pues nunca se movía. Esa estrella que, según los relatos de su abuelo, era la más importante para no perder el rumbo en la vida. 












Un día, mientras paseaba bordeando el río, el osito e encontró una bonita lámpara. Le recordaba a algo, pero no conseguía saber a qué. Estaba bastante sucia, así que decidió frotarla un poquito con sus zarpas para quitarle el polvo. Entonces, de repente, la cabeza de un genio salió de la lámpara.



 




En ese momento el osito recordó perfectamente el cuento que su abuelo le había contado... ¡Ese genio estaría dispuesto a concederle un deseo por haberlo liberado de su prisión! No lo dudó ni un momento. 














 



Mientras el genio se desperezaba, ya pensaba en cómo se lo pediría. Su deseo era, como ya imagináis, poder tocar la Estrella Polar. 








Al oírlo, el genio le contestó: "Deseo concedido. Una nube vendrá a por ti esta noche y te llevará volando hasta las estrellas". Esa noche, emocionado, el osito subió a la nube y pudo por fin acariciar la Estrella Polar. 


















En ese momento, su pelaje comenzó a aclarase poco a poco. Primero la zarpa con la que la había tocado. Después toda la pata, el pecho, la cabeza... hasta que todo su cuerpo se volvió blanco y brillante como la nieve.


Desde entonces, cada noche nuestro amigo se sube a su nube en secreto para tocar su estrella favorita y convertirse por unas horas en un bellísimo Oso Polar. 





Podéis ver más muñecos de este tipo aquí.



Nota: gracias a la mamá de Daniel hemos podido ver de nuevo a nuestro dou dou, feliz en su nuevo y conjuntado hogar... 










domingo, 10 de agosto de 2014

La mitológica Nana




NANA



Nana es una simpática elfina que vive en los bosques noruegos. Su tez clara, su pelo rubio y sus ojos verdes no dejan lugar a dudas sobre su origen. Adora cantar, como el resto de los de su especie.

















Como sabéis, estos seres mitológicos pueden vivir milenios. Hay quien llega a afirmar que los elfos son inmortales. Los elfos cuentan con poderes mágicos que usan para proteger la naturaleza. Entre otras cosas, estos poderes les permiten observar sin ser vistos.







 



Nana es muy pequeñita, lo que le facilita esconderse en cualquier sitio. Su escondrijo favorito son los árboles y los recovecos que encuentra entre las ramas, desde donde vigila que todo vaya bien en el bosque. Con sus orejas puntiagudas puede oír todo lo que sucede a kilómetros a su alrededor. Cuando percibe que algo no va bien, acude enseguida a solucionarlo con movimientos ágiles y ligeros. 















Los elfos son mucho más fuertes que los humanos, además de ser muy inteligentes y sensatos. Gracias a ellos la naturaleza ha continuado a salvo durante miles de años.

















Hoy, Nana cumple 235 años, está en la flor de la vida. 
Su deseo para este año ha sido transmitiros a todos un bonito mensaje en su lengua materna...



   



"Humanos, respetad la naturaleza"







Podéis ver más muñecos de este tipo aquí.